El socialismo marxista
El marxismo o socialismo científico fue
elaborado por Karl Marx (1818-1883) y Friedrich Engels (1820-1895). La estancia
de Engels en Manchester, donde se ocupó de la fábrica de su padre, le permitió
tomar conciencia de la situación de los obreros, conocer a Owen y empezar a
colaborar con Marx. En 1848 publicaron juntos el Manifiesto del Partido
Comunista (conocido como Manifiesto comunista), un resumen de su
doctrina social y política.
El Manifiesto comunista hizo
posible la unificación de las viejas tesis de los socialistas utópicos con las
de algunos historiadores burgueses, basadas en la idea de que la historia de la
sociedad no ha sido más que la historia de la lucha de clases.
Según los marxistas, las relaciones sociales
derivadas de la producción determinan la estructura socioeconómica de cada una
de las etapas de la evolución de la humanidad. Marx denominó a estas etapas
modos de producción. En el seno de cada modo de producción se desarrollan
siempre nuevas fuerzas productivas que engendran una nueva clase social en
antagonismo con la antigua clase dominante. Este antagonismo, es decir, la
lucha de clases, es para los marxistas el motor del cambio social en la
historia.
En la época de Marx y Engels se estaba
desarrollando el modo de producción capitalista: la sociedad se dividía en dos
clases antagónicas, burguesía y proletariado. Esta etapa se caracterizaba por
la lucha entre los burgueses, que poseían los medios de producción, y el
proletariado, que solo poseía su fuerza de trabajo que vendía al patrono a
cambio de un salario.
La burguesía había sido revolucionaria
en el pasado, hasta que acabó con todos los vestigios del mundo feudal; pero
luego quedó anclada en las contradicciones del sistema capitalista, lo que
–según Marx- llevaría a la destrucción de este sistema.
El trabajo más importante e influyente
de Marx fue El capital, cuyo primer volumen se publicó en 1867. En esta
obra se planteaba que hay una gran diferencia entre el valor de lo que produce
el obrero y la retribución que le da el patrono por su trabajo. Esta
diferencia, a la que Marx denomina plusvalía, es la base de la acumulación
capitalista y sirve para medir la explotación del trabajador, ya que cuanto más
alta sea la plusvalía, mayor será la explotación del trabajador por parte del patrono.
El socialismo marxismo postulaba la
conquista violenta del poder por el proletariado, la sustitución del sistema
capitalista por otro sin clases y sin propiedad privada, y la transformación
del “Estado burgués” en una dictadura del proletariado, forma transitoria de
Estado hasta alcanzar la sociedad comunista, en la que el Estado no sería
necesario.
El marxismo fue la base ideológica de
una parte de los movimientos revolucionarios de la segunda mitad del siglo XIX
y todo el siglo XX. Se expandió tras la Revolución rusa de 1917.